sábado, 18 de febrero de 2017

Sobre el amor – Intentando escribirle a mi amor

Me ha costado una barbaridad empezar… ¿será porque intento convertir en palabras mis sentimientos? Aunque creo que no son los sentimientos los que me imposibilitan, porque se me hace muy fácil escribir con rabia, ¿será que se me dificulta porque intento hablarle a mi amor? Creo que es eso, yo no acostumbro a hablar de amor, de mi amor, de este amor apasionado que siento. Sí le he escrito al amor, al amor que anhelaba, pero es la primera vez que le escribo al amor que tengo. En definitiva es eso, no sé qué palabras usar en este caso.

Empecé diciendo… Para ti son cada uno de las palabras que escribiré a continuación, pero sentí que era tan tonto, obviamente es para mi amor, entonces para qué repetir. Es que no sé, me hice bolas. Al final, después de tachar, borrar, intentar, me siento un verdadero ogro al no poder decirle buenas cosas a mi amor. Ese que sin querer entró en mi corazón, se ancló en mi alma y alejó la soledad y desesperanza. Aunque también me ha dado dolores de cabeza, pero eso si se los he sabido reprochar, en cambio esto que me llena el pecho y me hincha sin remedio, no se lo puedo dar a conocer en larga cháchara.

No sé cómo escribirle a mi amor que tan solo una palabra suya, un gesto, una mirada me hace sentir empatucada de vida. Decirlo sin que suene raro, porque entonces cómo hacia antes para vivir… debe ser que uno mientras no lo tiene, lo ignora y al descubrirlo le cambia la existencia. Me imaginó que estas cosas la entenderán mejor los miopes, porque algunas veces andan por la vida viendo todo como pueden, pero al descubrir los lentes se dan cuentan de que realmente nunca vieron. Debe ser que yo al encontrar a mi amor empecé a vivir esa fracción de vida apagada en mí.
Definitivamente su presencia le ha dado otro sabor al día, día, en especial una nueva gama de color. Hoy ya no me preocupo por si el cielo está nublado ya que él es mi sol. Tampoco me importa si me golpean los fracasos y me quiero dejar llevar al pozo de los frustrados, porque su presencia basta para que me entren de nuevo las ganas de luchar. ¿Sigue sonando raro, verdad?

Y aunque sigue sonando raro, me vuelvo a preguntar, cómo sería si jamás hubiese aparecido en mi camino, en esta vía de mis días, congestionada por piedras, restos de metas y sueños. Cómo sería si jamás hubiese aparecido en esta senda, antes vista como un recorrido que doblega y que me hacia cuestionar el sentido del estar aquí. No lo sé, ya no lo pienso… ahora únicamente soy consciente de que eso quedo atrás, pues llegó mi amor con su honestidad, sus ironías, su relajada vista y su gran valentía, haciéndome ver con otros ojos ese camino, esa senda, no es tan malo esquivar piedras, resucitar llegadas y soñar otros sueños. Hoy poco tiempo me queda para pensar en cosas malas, tan solo me refugio en su mirada, con él la gran parte de mis temores se apagan y desde ese primer instante y por muchos más instantes quiero tenerlo presente como el amor de mi vida. Definitivamente escribo como escriben los irremediables enamorados.

Al final si lo pude decir con una corta cháchara, lo amo… 




G. M. Santiago
P. S. Escribiré pronto




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De amor y de sombra - Isabel Allende



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